Normalmente no comemos huevos de pavo porque los pavos ponen menos huevos en comparación con las gallinas, y los huevos son más grandes y tienen un sabor más fuerte. Además, los pavos tardan más en madurar y comenzar a poner huevos, lo que hace que los huevos de pavo sean menos prácticos para la producción comercial y más difíciles de vender. Sin embargo, los huevos de pavo se pueden comer y se dice que tienen un sabor más rico que los huevos de gallina.